Tardes de reflexión en el mejor lugar. Fuera el ritmo frenético de un viernes se percibe, aquí en París no es festivo. Y yo desde la ventana dejo que mi cabeza dé vueltas, planee mil y una locura, pero sobretodo sueñe…
Hoy me he dado cuenta de algo muy importante: Visualizar tu meta para poder alcanzarla.
No importa como vaya a recorrer ese camino, lo importante es llegar. Muchos de mi circulo más cercano todavía no entiende mi profesión y lo comprendo.
Ser maquillador es primero un trabajo artístico. Todos y cada uno de nosotros tenemos una sensibilidad, una forma de ver y entender nuestro trabajo. No todos tenemos la misma sensibilidad ni la misma visión. Cada uno con su talento y sus manos, podrá conseguir el acabado y resultado que desee. Y obviamente cada uno tenemos un estilo definido, adquirido con el paso del tiempo. Es importante para el cliente elegir el profesional que mejor se adapte a sus gustos. A nivel profesional y de compañerismo es un sector dónde la gente suele competir. Estos días volviendo a mis origenes he vuelto a conectar con mi esencia. La cosecha del 2012 fue según nuestros profes sin duda la mejor en años. Fuímos, y somos, las que no competimos en ningún momento, las que hoy en día seguimos ayudándonos y apoyándonos en todas las facetas de nuestra profesión.
El dónde quiero llegar lo tengo claro. El cómo pues no tanto. Pero a caso importa?Yo creo que no 😉
Vamos a tener un año juntos lleno de nuevos proyectos que poco a poco espero que se materializen. Las ganas están a nivel máximo. El 2018 viene con fuerza y espero que os guste. Vamos a compartir muchos tips, trucos, productos, clases y espero que grandes momentos.
Me acompañas en esta aventura ?
J.